VES HACIA LA LUZ...

Volver a la "lucha" después de 10 días de relax y tranquilidad familiar ha hecho que lleve desde que llegué sin tiempo para escribir.
Ahora que tengo un ratito, aprovecho(como casi siempre) para escribir.
De vuelta a Barcelona, en el avión, cayó en mis manos una revista de la que desconocía su existencia.
Me llamó la atención uno de sus artículos en la que explicaba cómo somos capaces de ver las cosas cada uno a su manera.
Y lo que más me sorprendió fue darme cuenta de cuanta razón tenían al afirmar que "cuánto más cerca estamos de las cosas, más tendemos a distorsionarlas y más borrosas las vemos".
No existe una verdad absoluta. Cada uno es dueño de su verdad.
Independientemente de la visión que cada uno podamos tener de unos hechos, lo que es cierto (y en eso creo incluir a todos) es que a medida que nos alejamos o dejamos pasar el tiempo, las cosas las vemos diferentes.
Me he dado cuenta de como ha cambiado la forma de pensar y la visión de lo que sucedió hace ya unos meses.
No me arrepiento de nada. Sólo, desde la "claridad" que te da el tiempo transcurrido, pienso que quizás las habría hecho de forma diferente, pero nunca arrepentirme.
A lo hecho pecho con todas sus consecuencias. Eso lo he tenido siempre claro.
Hay quien dice que los errores se rectifican. Lo mio no fue un error. No hay nada que rectificar. Fue y es simplemente AMOR, mucho AMOR.
La primera vez que fui al psiquiatra (por muy conocido que fuera del que me lo recomendó y por muy recomendada que yo fuera a verlo por el "amigo" común, por muchas carreras y jefe de psiquiatría de uno de los hospitales más importantes de Barcelona que sea) no iba del todo convencida.
Pensaba que no podría ayudarme. Que lo mio era cuestión de tiempo (algo que cuando empecé el blog ya escribí que es lo único que siempre me faltaba).
Pero me equivoqué. Gracias a el, a la forma de hacerme ver las cosas (en sólo tres visitas), a los consejos y a los deberes que me "impuso" hoy todo mi "dolor" aunque aun sigue, se va "relativizando".
Lo que antes me hacía daño, sigue haciéndomelo pero ahora veo que hay otras cosas que me causaban más dolor y que no era consciente hace unos meses.
Ha conseguido hacerme ver que no fui culpable ni tengo que sentirme mal por nadie. Que no impuse ni obligué ni busqué. Simplemente me dejé llevar y aunque en nombre del amor casi todo es válido no lo es todo.
Es mejor amar que odiar. Es mejor hacer el amor que la guerra y por supuesto que da igual lo que diga la gente o puedan pensar. No tengo que esconderme ni olvidar lo feliz que era mientras duró. No sé odiar y no sé guardar rencor.
Lo vida es para vivirla y llenarla de buenos recuerdos.
Es mejor llorar por lo que hiciste que llorar por lo que podías haber hecho y dejaste pasar.
Seguiré otro día.
Ahora me toca marchar, otra vez, que me están esperando para seguir las vacaciones.
No se si allá habrá ordenadores o internet. En cualquier caso, intantaré desconectar. Sólo si ocurriera algo importante que no pudiera esperar 5 días, intentaría escribir.
Si no, nos vemos a la vuelta.
Un besazo enorme.