VES HACIA LA LUZ...

Aparentemente eran una pareja normal, con una vida normal dentro de una existencia normal.
Pero un día, de esto ya hace unos cuantos años, cuando el llegó a casa como cualquier otro día normal, encontró una nota de ella en la que decía algo así como " Lo siento. Creo que he encontrado al hombre de mi vida y por nada del mundo querría pasar el resto de mi vida dudando si lo era o no. Espero que algún día puedas perdonarme y que tu también encuentres la felicidad que tanto te mereces. Gracias por todos estos años de amor"
A partir de ese día él, que lo había tenido "todo", continuó haciendo su vida como si nada hubiera cambiado. Siguió haciendo los mismos horarios, siguió haciendo las mismas cosas, siguió haciendo la misma vida como si nunca hubiera encontrado aquella nota. Por mucho que preguntábamos, por mucho que intentábamos hablar, por mucho que intentábamos saber, el no explicaba nada de nada. Para él la vida continuaba como si tal.
Hasta que un buen día, pasados unos cuantos meses, montó una cena en su casa. Una cena íntima, sólo para l@s amig@s y sin nada que celebrar. Sólo tenía que darnos una noticia. Nadie sabíamos nada. Nadie esperábamos nada. Tod@s esperábamos la vuelta de ella, de la que tampoco habíamos vuelto a saber nada más.
Pero la gran sorpresa para tod@s fue que se iba.
Cansado de tenerlo "todo", de que en la vida todo se lo dieran hecho, de la rutina, de la vida fácil, de lo material y de lo que siempre había conocido, simplemente había decidido romper con todo y marchar. Durante los meses posteriores a la "nota" se dio cuenta de que el valor de las cosas sin nadie con quien compartirlas no tienen valor. Así que a través de una ONG había decidido irse a El Salvador como voluntario.
Dicho y hecho. En cuestión de un año dejó todo listo para poder irse. Vendió lo que tenía, cerró el piso y dejó las llaves y la cartilla para seguir pagando la hipoteca que es lo único que dejó para su vuelta y allí ha estado los últimos casi cuatro años.
Ahora ha vuelto. Se supone que para quedarse.
Ha vuelto con muchísimas cosas que enseñarnos. Mucho más pobre a nivel material pero mucho más rico a nivel emocional.
Allí conoció a la que hoy es su mujer. Una pedazo de vasca guapísima y encantadora con la que ha tenido un hijo precioso. Ella está decorando el piso que el dejó con recuerdos que trajeron de allí. No necesitan más.

Bienvenidos Albert, Nekane y Juan.
Me alegra un montón que hayas vuelto y sobre todo la felicidad que desprendéis.

Un besazo a tod@s y ahora a intentar dormir que mañana hay que trabajar.

Pd: no me olvido. Creo que sigue siendo una de tus canciones favoritas. ¿O ya no?